Después de que nuestros equipos pasen todas las pruebas y ensayos necesarios, el siguiente paso en nuestra línea de producción es el acabado superficial. Esta fase consta de tres partes: la preparación de la superficie, la aplicación de la pintura o el acabado deseado y el control de calidad.
Preparación de la superficie
Para poder pintar los equipos de acero al carbono en necesario para preparar su superficie para garantizar una adherencia de la pintura adecuada. Esto se consigue mediante el chorreado de arena superficial. Este tratamiento se aplica a todas las superficies de la pieza, tanto interior como exteriores, y nos permite dejar una superficie limpia y con una rugosidad adecuada para la aplicación de una pintura. Es este proceso, es importante proteger las partes que no queremos que sean chorreadas, como los resaltes mecanizados.
Una vez la pieza ha sido chorreada, se limpia y se prepara para la fase de pintura.
En el caso del acero inoxidable, también se aplica un acabado superficial como es el granallado con bola de inoxidable. Este no es tan abrasivo como el chorreado, ya que como posteriormente no tenemos que aplicar una capa de pintura, no es necesario que el acabado superficial sea tan agresivo.
Los dos procesos, el chorreado y el granallo, se hacen de forma independiente para evitar cualquier tipo de contaminación.
Pintura
La aplicación de pintura puede ser interior o exterior, dependiendo de las necesidades y especificaciones de fabricación, aunque lo más habitual es que sea solo exterior.
Antes de pintar un equipo verificamos los siguientes puntos:
- Las condiciones del proceso donde va a trabajar el equipo para seleccionar el tipo de pintura adecuado por temperatura, compatibilidad, acabado, etc.
- El grado de protección que queremos que nuestra pintura le dé a la pieza.
Las pinturas de acabado suelen ser poliuretanos, los cuales pueden aguantar temperaturas aproximadas de hasta 120ºC. En caso que el equipo trabaje a una temperatura superior, entonces es necesario aplicar una pintura tipo anti calórica, con la que podemos proteger la superficie de los equipos de hasta temperaturas de 400ºC.
Cuando hablamos de grado de protección, en nuestros productos aplicamos un grado de protección estándar C3, aunque podemos llegar a protecciones C4 y C5H según los requerimientos del cliente. Estos grados de protección se consiguen mediante la combinación de imprimaciones y acabados adecuados, así como se la aplicación de diferentes espesores en cada capa.
Para la aplicación de una pintura interior, también es importante conocer el fluido que va a circular por el interior del equipo ya que, si se trata de agua o de combustible, debemos seleccionar la pintura adecuada para cada caso.
También en esta fase podemos aplicar recubrimientos internos, como puede ser teflón o ebonita para aplicaciones con altos grados de exigencia, si los requerimientos del cliente así lo demandan.
Control de calidad
Una vez realizados se ha realizados la aplicación de pintura, realizamos varios ensayos sobre los equipos para verificar su correcta aplicación, como son medición de espesores en diferentes puntos de la pieza y las pruebas de adherencia superficial. Si los controles han sido satisfactorios, nuestros equipos están listos para seguir a su siguiente fase: el montaje final.